1 llevar una dieta saludable
Una buena alimentación equilibrada y variada, en cantidades adecuadas, que incluya todos los alimentos necesarios para satisfacer las necesidades de funcionamiento del organismo, es una de las cosas más importantes para prevenir infecciones y eludir al coronavirus.
Mayoría de las vitaminas, minerales, aminoácidos, y otros componentes como los probióticos, proporcionamos a través de la buena dieta. Eso aumenta significativamente nuestras defensas y fortalece el sistema inmunológico.
Para subir las defensas hay que comer alimentos que contienen: Omega 3, Selenio, Zinc, Vitamina C, Vitamina A y Probióticos.
Por ejemplo:
Omega-3:sardina, salmón, arenque, atún, semillas de chía, nueces y linaza.
Selenio: nuez de brasil, trigo, arroz, yema de huevo, semillas de girasol, pollo, pan de forma, queso, repollo, harina de trigo.
Zinc: ostras, camarón, carne de vaca, pollo, pavo, hígado, germen de trigo, granos integrales, semillas de calabaza, frutos secos (cacahuates, almendras, nuez de brasil).
Vitamina C:naranja, mandarina, piña, limón, fresas, papaya, melón, mango, kiwi, brócoli, tomate, sandía, repollo, papa con cáscara, perejil.
Vitamina E:semillas de girasol, avellanas, cacahuates o maní, almendras, pistachos, mango, aceite de oliva, pasta de tomate, aceite de girasol, nueces, papaya.
Vitamina A:zanahoria, camote o batata, mango, espinaca, melón, remolacha, acelga, pimentón rojo, brócoli, lechuga, huevo;
Probióticos: yogur natural, leche fermentada tipo kéfir, col y pepinos encurtidos.
Las personas que necesitan fortalecer su sistema inmune deben consumir una mayor cantidad de estos alimentos a diario y regularmente, no solo cuando ya están enfermos.
2. Beber mínimo 2 litros de agua al día.
Aunque no parece que beber sea importante para las defensas, beber abundantes líquidos es esencial para que el sistema inmunológico funcione correctamente. No se trata de beber cualquier tipo de líquido, no estamos hablando de las bebidas refrescantes o del alcohol(el consumo de alcohol provoca deshidratación, debido a que inhibe la hormona antidiurética, que es la responsable de regular y mantener los líquidos corporales).
Hay que beber agua, infusiones o caldos no grasos para hidratar el organismo.
Mantenerse bien hidratada ayuda a disolver la mucosidad, libera las vías respiratorias y protege frente las infecciones patógenos.
3. Dormir bien.
El sistema inmunitario sufre enormemente las consecuencias de unos malos hábitos de descanso, y en cambio se beneficia de dormir adecuadamente y las horas necesarias.
Esto tiene una explicación: los especialistas indican que dormir 8 horas diarias es indispensable para mantenernos sanos, ya que durante el sueño se regeneran nuestras barreras de defensa. Si no dormimos lo suficiente, los glóbulos blancos bajan y tendremos una tendencia mayor a enfermarnos.
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